Falta de personal, equipos e insumos agrava la crisis del Hospital de Niños

USB presentó resultados y soluciones para problemas del Hospital de Niños J. M. de los Ríos (II)

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

El Hospital de Niños J. M. de los Ríos presenta requerimientos en equipamiento médico, insumos, personal e infraestructura que en promedio superan el 50 por ciento en todas sus áreas de atención, de acuerdo con la evaluación de los servicios médicos realizada por la Universidad Simón Bolívar.

El trabajo fue realizado por la Unidad de Gestión de Tecnologías en Salud, adscrita a la Fundación de Investigación y Desarrollo (Funindes USB), como parte del estudio Evaluación y diagnóstico para proponer soluciones tecnológicas, nutricionales y de insumos en el J. M. de los Ríos, impulsado por la sociedad civil, y que contó con el aval de la Dirección de Salud del Gobierno del Distrito Capital.

Néstor Utrera, miembro del equipo de la USB, explicó que para la evaluación se hicieron entrevistas con los jefes de servicios y recorridos por las áreas. “Logramos una radiografía del estado del hospital a diciembre de 2016, de los problemas, necesidades y requerimientos de los servicios médicos que son el motor de la institución”, expresó ante el personal médico y administrativo que acudió a la presentación de los resultados del estudio.

El hospital fue evaluado tomando en cuenta que es de Tipo IV, de referencia y universitario, y de acuerdo con la capacidad operativa de los servicios (relación entre la cantidad de pacientes que deben ser atendidos y los que realmente pueden atender), y la capacidad tecnológica (equipamiento necesario para brindar una atención de calidad al paciente).

En los servicios asociados a las Ciencias auxiliares y de diagnóstico (anatomía patológica, microbiología, banco de sangre, laboratorio central, radiología y farmacia), se determinó que los requerimientos en equipo médico son del 85%, de insumos 100%, de personal 35% y de infraestructura 65%.

En los casos del banco de sangre y radiología no hay capacidad operativa para atender pacientes, mientras que el laboratorio central se encuentra también en estado crítico por falta de personal. “El laboratorio se podría reestructurar para focalizar los esfuerzos en realizar, por ejemplo, exámenes de heces y orina, algo por pequeño que sea, se puede hacer”.

Para el laboratorio, la USB estimó que se requiere la contratación de entre 40 y 50 bioanalistas para que el servicio pueda funcionar al 100%; en el banco de sangre se necesitan 6 hemoterapistas y 1 bioanalista para la apertura del servicio; y en radiología es necesario reacondicionar y adecuar los espacios de estudio para habilitar todo el servicio de imagenología.

En cuanto a los servicios medulares (urgencias, UCI, hematología, nefrología y hemodinamia, área quirúrgica, Utin -Unidad de Terapia Intermedia Neonatal-, radioterapia, hospitalización), todos se encuentran por encima del 50% de la capacidad tecnológica, pero no llegan en promedio a 30% de capacidad operativa. “Cuando se habla de un hospital de referencia, se piensa en grandes cosas, equipos grandes y áreas especializadas; muchas personas llegan a equipar esas áreas, pero no se percatan de que no hay personal ni insumos ni ven que las obras civiles no están bien. Entonces tenemos quirófanos con alta tecnología, pero cerrados. Por eso, como universidad, recomendamos que la solución para el hospital sea global”.

Los requerimientos determinados para los servicios medulares son de 12% en equipamiento médico, 87% en insumos, 63% en personal y 75% en infraestructura, indicó Utrera.

En el área de quirófanos, la USB recomienda que “debe adecuarse toda el área quirúrgica a la normativa eléctrica nacional, a las condiciones de impermeabilización, de aire acondicionado, de gases medicinales en el corto plazo. La deuda quirúrgica es inmensa y la necesidad de quirófanos funcionales es urgente”.

Una de las áreas donde la prioridad de contratación de personal es alta es la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), la cual requiere 10 médicos especialistas, 14 enfermeras en el horario de la mañana, 13 enfermeras en el horario de la tarde, 22 enfermeras para la guardia I de la noche, y 20 para la guardia II; además, necesita 2 técnicos cardiopulmonares y 2 fisioterapeutas respiratorios.

Los servicios de emergencia, radioterapia y hematología también tienen entre sus prioridades más altas la contratación de médicos especialistas y enfermeras.

Empezar por lo básico

Los servicios de consulta externa tienen en promedio requerimientos de 75% en equipamiento médico, 60% en insumos, 65% en personal y 65% en infraestructura.

Las prioridades de personal son altas en las áreas de consulta y triaje, medicina del adolescente, pediatría para niños sanos, odontología, otorrinolaringología, neurología y medicina física y rehabilitación.

Utrera destacó que las prioridades se establecieron con la información del propio personal del hospital. “Ustedes son los que saben las necesidades, y con ustedes establecimos las prioridades a corto, mediano y largo plazo; debemos comenzar por lo básico, lo que podemos cambiar, así sea un proyecto pequeño que pueda realizarse, se le estará dejando una ganancia, un valor, al hospital”.

Los problemas son de magnitud diversa, por ejemplo en el área de odontología pediátrica, que tiene un año cerrada, es necesaria la instalación de un breaker y realizar la adaptación de la acometida eléctrica, lo cual no emplearía una cuantiosa inversión de recursos; mientras que en cardiología y hemodinamia el problema es mucho más complejo, pues se requiere la dotación de equipamiento y tecnología médica actualizada y apropiada para poder atender con calidad a los pacientes.

El equipo de la USB realizó además el inventario del equipamiento de todo el hospital, indicando el tipo de equipo, si está en funcionamiento, si está obsoleto, y si requiere servicio de mantenimiento o reparación.

Cocina no apta

El estudio de la USB reveló que la cocina del hospital “no cuenta con las condiciones mínimas necesarias para recibir, mantener y procesar alimentos”.

Zaida Sierra, miembro del equipo de la Ugts, explicó que la evaluación arrojó resultados “sumamente preocupantes”. “Se tomó en consideración la evaluación del servicios en relación con las normas ISO 9001 de Calidad en Nutrición (productos inocuos), ISO 22000 (Sistemas de Gestión de Inocuidad Alimentaria), ISO 14001(integridad e inocuidad del producto alimentario). La norma ISO 22000 establece los requerimientos para desarrollar e implementar un sistema de Gestión de inocuidad de los alimentos”.

La evaluación realizada de lunes a domingo evidenció que el hospital “tiene un serio problema en el manejo de desechos sólidos, no cumple con la norma establecida por el Decreto N° 2.218 Normas para la clasificación y manejo de desechos en establecimientos de salud”.

Las prioridades en el área de nutrición y dietética son fumigación y limpieza de la cocina; dotación de materiales y equipos para la conservación de alimentos, congelamiento y carros térmicos de traslado para alimentos ya preparados; y dotación y estructuración de un sistema logístico que permita la adquisición de alimentos de acuerdo con la necesidad de los pacientes.

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