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Factores sociales inciden en la eficiencia de los sistemas de alerta temprana

El Centro de Estudios de Desastres de la UCV, Ceda, posee evidencias sobre la influencia de los factores sociales en la confiabilidad y credibilidad de los sistemas de alerta temprano. Dichos factores también pueden ser de índole político o cultural. Así lo informó el profesor Abraham Salcedo del Departamento de Ingeniería Hidrometereológica de la Universidad Central de Venezuela durante su visita a la USB.

Salcedo quien dicto un seminario en la USB invitado por la Comisión de Mitigación de Riesgo de la Universidad Simón Bolívar, aseguró que “un sistema de alerta no funciona si el usuario no está comprometido”. En tal sentido, planteó para que un sistema de alerta sea realmente efectivo, la necesidad de que las comunidades se aproximen al concepto de prevención de riesgos de desastres y participen en los sistemas de alerta que se desarrollen en su región.

Los trabajos desarrollados por el Ceda explica son de carácter experimental porque deben medir y analizar los diferentes fenómenos que se presenten, dado que la idea es que en un futuro dichos sistemas sirvan para informar acerca de incendios, desastres químicos, tsunamis e inundaciones, más otras situaciones de riesgo, aunque por ahora ciertas regiones solo cuentan con los pronósticos metereológicos, los cuales se construyen a través de modelos numéricos, mapas sinópticos, imágenes de satélite y radares metereológicos.

Particularmente el Ceda desarrolló e implementó un sistema de alerta en la cuenca de San José de Galipán y en tres cuencas del litoral: las quebradas Tacagua, La Zorra y el Río Mamo. No obstante, comentó que existen otras alternativas económicas para medir el clima como los pluviómetros, que combinados con el programa de radares nacionales y la red de estaciones hidrometereológicas permitirían obtener la mayor información.

Actualmente con el sistema diseñado por Ceda se puede medir la precipitación, temperatura, infiltración, niveles de agua, transporte de sedimentos y otros parámetros metereológicos. En estos momentos, mencionó que están trabajando en los umbrales de cada cuenca a fin de crear un mapa de amenazas.

Algunas de las recomendaciones que plantea consisten en promover el uso de recursos locales con base en las posibilidades reales de las comunidades y fomentar el criterio de anticipación a eventos hidrometereológicos, basado en un monitoreo integrado de cuencas altas, intermedias y bajas.

Estos proyectos se crearon luego de la vaguada ocurrida en el estado Vargas en 1999. Sin embargo no es la primera vez que surgen iniciativas de este tipo, ya que existen antecedentes de otros sistemas desarrollados tras inundaciones en décadas pasadas en los ríos Neveri, El Guaire, El Limón y Boconó, aunque en estos momentos, ninguno de ellos funciona.

La Comisión de Mitigación de Riesgo de la USB acordó realizar seminarios especializados en el tema, como el celebrado con Salcedo el 21 de marzo, con una periodicidad trimestralmente.

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