Con las nuevas tablas salariales la Universidad no podrá cumplir su misión

El incremento salarial para el sector universitario decidido por el Ministerio de Educación Superiorl, no cubre las necesidades de profesores, empleados y obreros universitarios ante la inflación y devaluación acumuladas y la pérdida de poder adquisitivo, situación que terminará afectando la calidad de la Universidad venezolana.

Así lo expresaron las autoridades de la Universidad Simón Bolívar durante una reunión con la comunidad uesebista acerca del impacto real del reciente aumento salarial.

Más allá de una reivindicación gremial o un asunto monetario, señalaron el rector Benjamín Scharifker y el vicerrector administrativo José Ferrer, las universidades nacionales quieren llamar la atención sobre el impacto que el incremento insuficiente acarreará sobre el capital humano de la Universidad. ”Se trata de la subsistencia y la capacidad de progreso del sector universitario”, señaló el Rector.

Deterioro de la calidad de vida, disminución del estímulo de superación personal, incapacidad para captar Recursos Humanos calificados, fuga de cerebros, renuncia del personal y deserción del personal en desarrollo, son algunas de las consecuencias del deterioro del salario frente a la inflación que a la larga afectarán la calidad de la educación superior venezolana, indicó Ferrer. El capital humano debe ser atendido, destacó Scharifker, porque sin trabajadores la Universidad venezolana no puede cumplir su rol, y no tendrá capacidad de cumplir con su misión con las actuales tablas salariales.

Según explicó Mary Luz Odremán, directora de Recursos Humanos de la USB, aunque en diferentes anuncios de prensa la Opsu y el MES han hecho ver que el incremento salarial se ha situado hasta en 99 por ciento para los obreros, lo cierto es que el aumento real del paquete anual no sobrepasa el 50 por ciento para ningún sector, según los análisis realizados por esa Dirección.

En el caso del personal académico, el ajuste salarial requerido para recuperar el poder adquisitivo a niveles de 1999, debió situarse entre 68 y 79 por ciento, incremento que hubiera permitido revertir la inflación acumulada y los ajustes no otorgados de ese año hasta 2006. En unidades tributarias, según cifras de Fapuv, el sueldo del personal académico a dedicación exclusiva pasó de 130,38 unidades tributarias en 1999 a 90,96 en 2006 (profesor titular).

El Rector leyó el comunicado a la opinión pública, acordado unánimemente en sesión del Consejo Directivo de la USB del 22 de febrero, en el cual esta casa de estudios expresa su preocupación por la decisión unilateral del MES, sin haberla discutido en el Consejo Nacional de Universidades, y por el irrespeto a las Normas de Homologación en plena vigencia y de obligatorio cumplimiento, instrumento legal que representa la contratación colectiva de los profesores universitarios y cuyos logros se hacen extensivos a todos los trabajadores del sector. Según dichas Normas, los aumentos para el período 2004-2005 deberían ser calculados de acuerdo con la inflación acumulada del período anterior, y, en contraste con ello, el porcentaje del aumento aprobado varía de acuerdo con el nivel salarial de los trabajadores universitarios, sin tomar en cuenta las variaciones acumuladas de los índices de precios al consumidor para el período 2002-2003 (67% en el Área Metropolitana, según el Banco Central de Venezuela).

Así, al no tomarse en cuenta lo que dictan las Normas de Homologación, los nuevos sueldos de los profesores universitarios a dedicación exclusiva, registran una diferencia de entre 533.700,9 y 1.277.716,78 bolívares -según sea instructor, asistente, agregado, asociado o titular-. Por ejemplo, un profesor agregado debería ganar, según las Normas de Homologación, 2.820.710,99 bolívares. Sin embargo, según el aumento del MES, ganará 2.007.828,31 bolívares, explicó Odremán mediante gráficos.