Mensaje del Rector sobre el Informe de Gestión 2009-2013
Las autoridades de la Universidad Simón Bolívar, electas en mayo de 2009 por un período de cuatro años, presentamos a la comunidad universitaria el informe de la gestión que debería haber terminado el pasado 17 de julio. Circunstancias por todos conocidas nos obligan a no entregar los cargos hasta que haya una decisión de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia que permita realizar elecciones en la Universidad. Mientras tanto continuaremos al frente de la USB con el mismo entusiasmo y la responsabilidad del primer día.
No exageramos al decir que estos cuatro años han sido los más difíciles en toda la historia de la Universidad. Ya a principios de 2009 se produjo un cambio sustancial en la política universitaria del Gobierno y, en particular, en el otorgamiento del presupuesto universitario, contrariando disposiciones expresas en la Constitución Nacional. En abril de ese año se anunció una disminución de 6% del presupuesto universitario, lo que obligó al Consejo Directivo de entonces a tomar medidas drásticas, entre ellas la suspensión de las suscripciones a las revistas científicas y bases de datos de la Biblioteca.
Cuando asumimos los cargos directivos en julio de 2009 ya la Biblioteca presentaba un gravísimo déficit en su presupuesto, que ha impedido, hasta hoy, julio de 2013, la suscripción a 90% de las colecciones de revistas y bases de datos.
Por esa misma fecha comenzó la política gubernamental de reconducir cada año el mismo presupuesto, reconociendo solamente los aumentos salariales decretados por el Presidente de la República, los cuales ni siquiera compensaban, debido a la inflación, la pérdida del poder adquisitivo de los profesores, empleados y obreros.
Pero además, la aplicación de esta política ha sido equivalente a una reducción presupuestaria de cerca de 20% cada año, debido a la inflación, con el agravante de que sólo se ha entregado, a comienzos de cada año, una pequeña porción del presupuesto, equivalente a 40% de lo requerido. Durante el resto del año se aprueban créditos adicionales que han venido marcados sólo para cubrir sueldos y salarios, las necesidades mínimas de funcionamiento y algunas providencias estudiantiles.
Como consecuencia de esta práctica, la inversión académica, esto es, investigación, laboratorios, biblioteca y mejoramiento profesoral, quedó excluida del Presupuesto Nacional. Solamente con ingresos propios a través de las fundaciones o por donaciones se ha podido mantener alguna actividad en esta área.
En estos cuatro años, hemos resistido a una política de destrucción de la Academia que se ha manifestado, no sólo por la asfixia presupuestaria, sino también por la actitud gubernamental en menoscabo de la actividades de investigación, a través de la reforma de la Ley Orgánica de Ciencia Tecnología e Innovación, junto a injustificadas amenazas de multas impagables, por parte del Ministerio del Ambiente, que han paralizado obras importantes que se estaban ejecutando con financiamiento de la LOCTI.
Pero la peor consecuencia de la política universitaria de este Gobierno ha sido la destrucción de su recurso humano, sobre todo de los profesores jóvenes, investigadores reconocidos, que han recibido tentadoras ofertas de trabajo en universidades e institutos del exterior.
A pesar de todas las dificultades mencionadas, tenemos logros importantes que presentamos en este Informe de Gestión 2009-2013, cuya paternidad reconocemos en cada una de las personas de la comunidad universitaria, y por supuesto en todos aquellos que nos han antecedido en nuestros cargos. Una de las grandes ventajas que tiene la USB es la continuidad de sus políticas académicas independientemente de las autoridades de turno, un legado en la cultura Usebista desde sus comienzos con el rectorado del doctor Ernesto Mayz Vallenilla.
La defensa de la Autonomía Universitaria ha sido el hilo conductor de nuestra gestión en todos sus aspectos. La USB es autónoma por el decreto del Presidente Rafael Caldera del año 1997 y por la Constitución Nacional. Hemos defendido esa Autonomía a todo trance contra enemigos externos e internos.
Abordamos la reestructuración y la modificación de las fundaciones de la USB, Funindes, PTS y Artevisión, acercándolas más a la Universidad y modificando, no sólo la manera de colaborar con la USB, sino también el Factor de Participación Universitaria, lo que ha redundado en un mayor apoyo económico a la Unidad de Laboratorios y al Decanato de Investigación y Desarrollo. Además, se ha apreciado una tendencia importante en el crecimiento de las fundaciones con proyectos cada vez más ambiciosos.
En medio de la escasez, se abrieron tres carreras nuevas, Licenciatura en Comercio Internacional, Ingeniería de Mantenimiento e Ingeniería de Telecomunicaciones, así como el Instituto de Desarrollo Tecnológico e Innovación y el Centro de Divulgación de la Ciencia y Museo Interactivo –Didactrón-, que ha tenido un gran impacto dentro y fuera de la universidad. Pero además se reinició la construcción del Centro de Biodiversidad Marina y se inauguró la nueva Biblioteca de la Sede del Litoral.
Muchos son los logros. Algunos de alto impacto otros más pequeños pero de igual importancia para la comunidad de la USB. A pesar de la política destructiva del Gobierno nacional, hemos sobrevivido, aún con pérdidas irreparables como han sido los profesores que se fueron. La Universidad Simón Bolívar cuenta aún con recursos humanos sólidos que le permiten una luz de esperanza.
Por último, queremos reiterar a la comunidad universitaria y al país, que seguiremos rigiendo los destinos de la Universidad Simón Bolívar mientras se resuelve el problema legal que nos impide entregar oficialmente nuestros cargos. Tengan todos la plena confianza y la garantía de que continuaremos aquí, haciendo nuestro mejor esfuerzo, para preservar a la universidad junto a su patrimonio y valores en pro de una sociedad justa, equitativa y con libertad plena.
Enrique Planchart
Rector
