El Ieru cumple la tarea de ordenación de las áreas urbanas del país

Soraya Villarreal /Departamento de Información y Medios.-

 

La celebración de los 40 años del Instituto de Estudios Regionales y Urbanos de la USB fue la ocasión para recordar la tarea que en 1971 asumió durante su creación: investigar un área de problemas fundamentales del desarrollo del país, y demostrar que, más allá del cumplimiento de la asignación, el Instituto se constituye como el organismo que ha respondido a las demandas nacionales en materia de ordenación urbana.

Su actual director, Roger Martínez, en su discurso por el aniversario mostró un balance de lo que durante cuatro décadas ha significado la existencia del Ieru tanto para la Universidad como para el país, resaltando, entre otros aspectos, el desarrollo de más de 260 proyectos –un promedio de 6 cada año-, así como una larga lista de estudios en toda la geografía nacional, algunos de los cuales han sido especialmente relevantes, como la elaboración del estudio de los Espacios Abiertos de la Región Capital, que le mereció el Premio Nacional de Urbanismo en los años 70.

El Ieru también ostenta en su haber el primer Plan de Desarrollo Local legalmente aprobado en Venezuela, (San Joaquín en 1987), experiencia que se repitió en Guarenas, Guatire, Higuerote-Carenero, Carúpano, Cantaura y El Hatillo, los estudios elaborados para Petróleos de Venezuela iniciados en los años 80 con trabajos de ordenación de ciudades de centros poblados de interés para la industria y que en la década de los años 90 se multiplicaron con el proceso de apertura petrolera, la Política de Integración de Campamentos, y el programa Siembra Petrolera a partir de 2000.

Otros de los aportes hechos por el Instituto, dijo su director, son el Plan de Viviendas y rehabilitación Integral del sector El Guamacho y los trabajos de equipamientos y habilitación urbanística de tierras urbanas.

El cumplimiento de la Ley de Servicio Comunitario y la creación del Decanato de Extensión igualmente han representado para el Ieru la posibilidad de reforzar el objetivo de extensión que inspiró su creación de vincular sus actividades con el entorno de la universidad, asesorando a través del Banco de Proyectos del DEX a las comunidades adyacentes en materia urbanística, y atendiendo las solicitudes de las comunidades de los municipios Vargas, Baruta y El Hatillo.

 

 

Martínez también destacó la oportunidad que el Ieru ha ofrecido a los estudiantes, profesores, investigadores y profesionales en materia de desarrollo profesional, y la forma cómo ha apoyado al país en la enseñanza de lo urbano, “con una simiente muy fértil: la redacción de un plan de estudios para la carrera de Urbanismo, cuyos líderes fueron los profesores Alberto Morales Tucker, Nelson Geigel Lope-Bello y Víctor Fossi y de donde han egresado más de 600 urbanistas, que con sus esfuerzos se han manifestado en beneficio de diferentes sectores nacionales.

Experiencia compartida

El 40 aniversario del Ieru convocó a los exjefes, estudiantes, profesores, investigadores, personal administrativo y allegados al área que se reunieron en el primer piso de Mecánica y Urbanismo para recordar las diferentes etapas y experiencias que han tejido la historia del Instituto.

De los directores, el primero en hablar fue Nelson Geigel Lope Bello, el tercero en dirigir el destino del Ieru (1982-1994), después de los profesores Pedro Lluberes (1977-1982) y Omer Lares (1971-1977).

Lope-Bello resaltó del Instituto lo que para él ha tenido mayor relevancia: la creación de la carrera de Urbanismo, los primeros planes de Desarrollo Local del país y la proyección de la universidad. Resaltó igualmente, que más de la mitad de los estudiantes de urbanismo pasan por el Instituto como auxiliares de investigación o pasantes.

 

 

Oscar Gómez (1994-1996) se refirió a los afectos fomentados en el Instituto, a la gente que estuvo, que siguió y a quienes están ahora al frente con la tarea de proyectarlo a través del esfuerzo diario, para “mantener la quimera de poder construir un mejor mundo urbano”.

Omar Hernández (1996-1997) resaltó los nombres del equipo que hizo posible el cumplimiento de las metas durante su gestión, entre las que se cuentan la diversificación del portafolio de proyectos, el mantener a colaboradores profesionales y estudiantes como investigadores, hacer del Instituto una marca competitiva, difundir el espíritu de consultoría, divulgar los trabajos y vincular más estrechamente la investigación y la docencia en urbanismo.

Rosa Chacón (2002-2005) reconoció por su parte, que el Ieru ofrece la oportunidad de seguir aprendiendo y el único lugar para salir de las aulas y ponerse en contacto con la realidad; resaltó el valor de trabajar con los jóvenes cuyas ideas innovadoras han enriquecido la labor de ese organismo.

Para Silverio González (2006-2007) su experiencia al frente del Ieru le significó el trabajo más allá de la empresa privada y pública, reconoció que la evolución del Instituto está marcada por la acción de sus equipos de trabajo, investigadores, estudiantes, así como las realizaciones, alianzas con las comunidades, egresados (de Urbanismo y Arquitectura), con los profesores de otros departamentos, con la red de empresas y ONG’s que trabajan en el área urbana y cuya retroalimentación es fundamental para el fortalecimiento institucional.

 

 

Josefina Flórez (2008-2009) recordó que quienes trabajan en el Instituto están en la búsqueda de una mejor forma de vida urbana, y la meta común es consolidar el compromiso de mejorar las áreas urbanas para la familia, la sociedad y el país.

Fotos: Estrella Salazar