“Hoy las responsabilidades en la planificación urbana están tan diluidas que no hay responsabilidad”

Víctor Fossi del Instituto de Estudios Regionales y Urbanos

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios.-

En los últimos cincuenta años las desviaciones que han ocurrido en la estructura institucional encargada de la planificación urbana, han traído como consecuencia los problemas que hoy son comunes en las ciudades venezolanas: congestión vial, servicios saturados, la coexistencia de dos realidades urbanísticas en el mismo espacio, estructura urbana que coadyuva a la violencia y deterioro de la calidad de vida.

Para el profesor Víctor Fossi, arquitecto y urbanista, una de estas desviaciones, que se ha acentuado en la última década, es la dispersión de las responsabilidades sobre planificación urbana en varios ministerios y en leyes que fragmentan las tareas y funciones. “Se ha perdido la capacidad de influir oportunamente en las decisiones públicas para la planificación urbana. Hoy, las responsabilidades cambian cada semana, hay tantas responsabilidades diluidas que no hay responsabilidad”.

Durante el evento Institutos en acción, el profesor Fossi conversó acerca de políticas públicas y urbanismo en una actividad organizada por el Instituto de Estudios Regionales y Urbanos, Ieru USB, en la que participaron los estudiantes del curso de Estudios Generales Ciudad y calidad ambiental, dictado por la profesora Sandra Ornés.

El experto hizo un recuento de cómo fue la institucionalización de la planificación urbana en el país. Uno de los hitos fue la incorporación en la Constitución de 1947 de la función de planificación de las ciudades y ordenamiento urbano como competencia del gobierno nacional y los gobiernos locales.

Otro hecho relevante ocurrió en 1953 cuando la municipalidad de Caracas promulgó la ordenanza de zonificación del área urbana del Distrito Federal, la primera ordenanza de este tipo en el país que aún hoy sirve en funciones didácticas, destacó Fossi. “Esta estrategia de zonificación se replicó en otras ciudades del país como Barquisimeto, Valencia, Maracaibo, Maracay, San Cristóbal y Mérida”.

En los sesenta ocurrieron las primeras desviaciones con la transferencia a las oficinas municipales de las funciones de reformulación de planes urbanísticos y seguimiento. “Así, se mermó la capacidad de influir en decisiones estratégicas, porque los municipios se vieron limitados por sus propias funciones jurídicas y desbordados en su capacidad para invertir”.

Se ordenaron zonificaciones de áreas aún no urbanizadas, como el sureste de Caracas. “No existía entonces un plan claro, y las consecuencias las vemos hoy; hacían falta grandes inversiones en vialidad y servicios conectados con el resto de la ciudad”.

En los setenta, contó Fossi, se abusó de las modificaciones de las ordenanzas de zonificación (que especifican el uso de las tierras) como principal instrumento de planificación urbana. “Se aumentó el porcentaje de edificación, pero las mejoras no llegaron. Esto sucedió en otras ciudades del país.”.

Explicó Fossi que las intervenciones estratégicas directas del Estado se desactivaron justo cuando el crecimiento de las ciudades era más dinámico. “La política fue llevar a la gente hacia zonas despobladas. Esto fue excusa para evadir las responsabilidades de invertir en los grandes centros urbanos del país”.

Fotos: Alfredo Terán

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *