La USB en la celebración de San Juan en Chuao

Una cultura fuerte y aislada
El pueblo de Chuao, estado Aragua, productor de un exquisito cacao, se encuentra a cinco kilómetros retirado del mar entre una selva tropical y plantaciones extensas de la apreciada semilla. Su acceso es díficil, ya que hay que llegar hasta Choroní, luego de cruzar el Parque Nacional Henri Pittier desde Maracay, para tomar un peñero hasta su playa.

Un camino de tierra bajo la sombra de inmensos árboles conduce a este pueblito que había permanecido hasta hace poco en un aislamiento geográfico y comunicacional. No hay línea para celulares, y televisión sólo desde el 2000 cuando se instaló una señal por suscripción, y todavía hoy no hay acceso por tierra. Por esta razón, sus habitantes mantienen con fervor varias expresiones tradicionales sobre sus calles de tierra dura, las cuales se celebran año tras año con muy pocos cambios. Entre éstas, se conoce ampliamente los Diablos Danzantes de Corpus Christi como una de las manifestaciones más bellas de nuestro folklore, así como las fiestas de San Juan Bautista el 23 y 24 de junio.
Vínculos con la Simón
La USB ha mantenido una relación constante pero informal con Chuao a través de diferentes generaciones. La profesora Carmen Elena Alemán, ya jubilada, realizó una investigación del Corpus Christi y del San Juan en los años ochenta para su trabajo de ascenso a titular, resultando en un importante libro, la mejor publicación hasta la fecha de esta cultura afrovenezolana y un video producido por Ronald Rodríguez Ferrer de la Dirección de Servicios Multimedia-DSM. Otro profesor egresado de la Simón, el fotógrafo Fernando Carrizales, se mudó completamente a Chuao y vive cerca de su hermosa playa.

Desde el año 2000, el curso de Estudios Generales, “Folklore Musical de Venezuela,” ha realizado trabajos de campo regulares cada año en las fechas del San Juan, y los estudiantes presencian esta fiesta y viven su expresión in situ. Como último desenlace de esta amistad sorprendente entre una comunidad académica y un pueblo lejano, dos estudiantes miembros del grupo de danza MUGA de la USB, Beatriz Brett y Yanixia Sancuizi, fueron aceptadas como “sanjuaneras,” grupo de mujeres del pueblo que administran y velan por el cuidado de las fiestas al santo.

Progreso
No obstante, a pesar del aislamiento cultural del pueblo y de la cofradía que atiende su sobrevivencia cultural, los cambios en Chuao se han acelerado a partir de la inclusión del TV por cable y de la música altamente amplificada que hace presencia en casi todas las fiestas tradicionales o no de Venezuela. Aunado a la persistencia de la industria del consumo de alcohol en alterar la fachada adornada del pueblo y convertir cualquier celebración, religiosa o de diversión, en una simple “bebedera de caña,” la celebración tradicional de culto a San Juan se vio forzada este año por primera vez a ceder su espacio y convertirse en otra discoteca de torres abominables. Esta tendencia ya estaba marcada por su vecino Choroní, perdido en reggaeton desde hace ya tiempo, y algunos devotos de Chuao le dan la bienvenida al gentío que es atraído por las “fiestas turísticas,” porque incrementan las ventas. No todos están satisfechos con el acercamiento del progreso e incluso se niegan a la venidera pavimentación (o con granzón) de todas las calles de Chuao que son de tierra dura, porque si se lleva a cabo, tanto diablos como sanjuaneros no podrán bailar más por las calles de su pueblo.

Los estudiantes del curso “Folklore musical en Venezuela”, apoyados por el Decanato de Estudios Generales en esta salida de campo pudieron presenciar la noche enteramente tradicional de la vísperade San Juan el 23, con sus rituales de cantos de sirenas y baile al golpe de caja alrededor del pueblo con las mujeres abanderadas, como durante toda la noche de casa encasa. Observaron al día siguiente, día de San Juan, el contraste tecnológico y comercial que invade gradualmente a una de las pocas manifestaciones y localidades del país que existía sin ello. Sin embargo, la comunidad ha creado la Sociedad de Amigos de Chuao, para reunir a aquellas personas que se quedan encantados con la amabilidad y belleza del pueblo, al saborear el chocolate en receta condimentada de secretos, con galleticas de soda que reparten a todos al entrar el santo en su casa.

Los de La Simón, como viejos aliados del pueblo, se comprometieron a visitarlos fuera de temporada para dialogar y reflexionar sobre el tesoro que mantienen y lo frágil de su esencia entre el comercio, turismo, la bebedera y el retumbe amplificado. Una conversa entre viejos amigos, un llamado a consciencia.

Emilio Mendoza
Profesor del curso“Folklore Musical de Venezuela”