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El financiamiento de las universidades debe basarse en la productividad de cada institución

El rector de la USB, Benjamín Scharifker afirmó durante el foro sobre financiamiento de la educación superior del I Congreso Internacional de Calidad e Innovación en la Educación Superior, que las universidades deberían recibir los recursos para su funcionamiento de acuerdo a su productividad y resaltó que para cumplir con cualquiera de sus funciones como la de investigación, docencia, responsabilidad social e incluso la gestión administrativa, requieren una condición: la autonomía.

Scharifker intercambió opiniones en el foro con el rector de la Universidad Metropolitana, José Ignacio Moreno León, quien concluyó que las universidades deben verse como una inversión y no un costo, pues solo así se lograrán mejores formas de financiamiento.

El rector de la USB planteó el uso de diversos mecanismos para la obtención de los recursos financieros de las universidades, entre ellos citó la autogestión financiera, la exportación de actividades productivas por parte de las universidades y la distribución del presupuesto universitario nacional de acuerdo a indicadores de desempeño. “Esto propiciará un ambiente creativo para los estudiantes, que los estimulará para que luego reproduzcan dicho ambiente en sus respectivos campos de trabajo”, dijo el Rector recalcando que para desarrollar cualquier actividad es vital la autonomía de las universidades, bien sean públicas o privadas.

La USB como institución oficial depende principalmente del Estado para su funcionamiento. Específicamente el 95 % de su presupuesto lo cubre el Estado y un 5%, rentas, donaciones y servicios. Esta característica es una tradición histórica, no obstante, Scharifker considera que cualquier mecanismo de financiamiento que se diseñe sobre la base de proyectos, como el que plantea la nueva Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, es ideal para el sector universitario porque ofrece la ventaja de integrar la docencia, investigación y extensión. Igualmente expresó su total acuerdo sobre la política de municipalización que lleva adelante el gobierno, dado que la concibe como una estrategia válida, aunque considera que durante su desarrollo hay que garantizar la calidad de la educación.

El canal de las alianzas
Por su parte, el máximo representante de la Unimet expuso varias premisas fundamentales que se deben tomar en cuenta para optimizar la educación superior y sus formas de financiamiento. Entre ellas mencionó que es fundamental la inversión en los estudiantes venezolanos y que no se puede ver la educación superior como algo aislado. Es decir, si “el sistema no forma bachilleres para que sean exitosos y puedan tener acceso a la educación superior, las universidades tienen que buscar la forma de garantizarles un futuro profesional sin transformarse en una barrera”. En ese sentido, para Moreno León existe la necesidad de crear un sistema de ingreso no discriminatorio que rompa con el círculo perverso de exclusión.

Según su criterio, la Unimet ha conseguido dar unos pasos hacia adelante en esta materia con la puesta en marcha de dos mecanismos para ingreso, el examen de admisión y un curso que los prepara para entrar directamente a la institución con una carga de asignaturas que puede variar desde 3 hasta 22 créditos, dependiendo de las posibilidades de éxito del bachiller.

Una opción que planteó Moreno León como canal de financiamiento consiste en la creación de alianzas con el sector productivo del país. Sobre este punto en particular, coincide con Scharifker al considerar interesante la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, puesto que la misma “ha despertado importantes alianzas”, cuyos resultados se verán a mediano plazo.

Según la experiencia de Moreno León, el financiamiento “no es solo un tema de recursos, sino también de manejo eficiente”.

Reformas necesarias
Una importante reforma pendiente es la manera comose manejan los pasivos y los recursos humanos, que limita el desarrollo de las universidades, señaló Scharifker. “80 % del costo del presupuesto está destinado al capital humano, pero a esto se le agregan otros problemas, los salarios están muy por debajo de los que ofrecen en el sector privado y gubernamental, y la movilidad del capital humano no existe entre las universidades venezolanas”.

Sin embargo, comentó que este es un problema que comparten muchas universidades latinoamericanas. A modo de cierre, el rector uesebista propuso la necesidad de reformar el sistema de manejo del personal, ya que no es viable para las universidades cargar con los activos y pasivos de los profesores activos y jubilados.

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