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Universidades estudian simplificar criterios para estratificar población estudiantil

Directores de desarrollo estudiantil también proponen verificar datos con muestras
Lisbeth Bernal
Departamento de Información y Medios USB

Varios resultados se han adelantado en el primer día de discusión de la I Reunión Extraordinaria de la Comisión Permanente de Directores de Desarrollo Estudiantil de las Universidades Nacionales, instalada ayer jueves en la Sede del Litoral de la USB con más de 20 representantes de las instituciones invitadas. El coordinador de esta Comisión, José Gregorio Afonso, calificó de satisfactorio el encuentro porque ya han concluido por lo menos cuatro consideraciones básicas para cualquier tipo de modificación que se piense realizar en los modelos que sirven para estratificar la población de los estudiantes de educación superior.

El primer consenso que se logró se refiere a la necesidad de simplificar las variables que miden la población estudiantil dentro del proceso de estratificación social. “La simplificación de los modelos los hace más exactos, por cuanto cuando se contrasta el modelo de 5 variables con el de 9 se evidencia una gran distorsión en los datos”, señala Afonso.

Para el jefe de la Unidad de Estadística de la Universidad Central de Venezuela, Jesús González, dicha conclusión es la mejor recomendación que se le debe plantear a la Opsu. Durante su intervención opinó que la propuesta final debe consistir en la uniformidad de criterios y la disminución al máximo del número de indicadores en la estratificación, porque “la variedad atenta contra la calidad”. A su juicio el problema está en que se usan varios termómetros para medir un mismo aspecto, lo que genera lecturas diferentes que no son equivalentes.

El segundo punto producto de esta jornada tiene que ver con la calidad de la información obtenida a través de los métodos de estratificación que usan las universidades. Afonso señaló que se acordó la validación de dichos instrumentos, mediante estudios de campo que garanticen la veracidad de los datos suministrados por los estudiantes. “Debemos establecer como criterio general el establecimiento de una muestra para la validación de los estudiantes demandantes de beneficios socioeconómicos en las direcciones de desarrollo estudiantil y esto debe ser una política nacional, no la iniciativa de alguna dirección en especial”, dijo.
Otra premisa que contó con la aprobación del quórum, explicó Afonso, consiste en que el próximo modelo de estratificación social debe contar con la asesoría de expertos en la materia como Jesús González.

En el día de hoy viernes continuará la reunión extraordinaria en la USB Litoral, se espera analizar a nivel nacional todo lo relacionado a los programas de atención socioeconómica, sus beneficios, denominación, requisitos para optarlo, montos otorgados, características, conceptos y reglamentos que los validen.
“La expectativa es que nosotros podamos en primer lugar tener un diagnóstico preciso de eso en todo el país y en segundo lugar, comenzar a fortalecer la política tomando las ventajas comparativas de unos y otros”, afirmó el coordinador de la Comisión.

Múltiples visiones

Alejandro Teruel, secretario de la Universidad Simón Bolívar. “El servicio estudiantil son actividades que no se reconocen lo suficiente y son fundamentales, sobretodo en la prosecución de los estudios. Hoy estamos volcados hacia la admisión en general, pero no debemos perder de vista que el problema no sólo es ingresar a la universidad sino graduarse y ahí juega un papel fundamental el tipo de discusiones que celebramos hoy”.

Jesús González, jefe de la Unidad de Estadística de la UCV. “Debido a la falta de recursos para realizar un censo en la población estudiantil, lo más recomendable es verificar las respuestas a través de muestras (…) En cuanto al número de estratos lo ideal es mantener el sistema Grafar, aunque no necesariamente tienen que ser cinco niveles, el número se puede modificar pero necesitamos un referente y creo que la simplificación de los indicadores disminuye los errores”.

Alexis Pulido, Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda. Núcleo Falcón. “La estratificación debe ser lo suficientemente amplia y flexible para abarcar las características de cada región, ya que cada una tiene sus propias particularidades. Propongo regionalizar el instrumento de medición de los estratos socioeconómicos. Aparte considero que uno de los principales problemas con los instrumentos, es su aplicación, ya que es autoadministrado”.

Cristina Rivas, Universidad Pedagógica Experimental Libertador. “Todas las universidades manejamos el Método Graffar – Méndez Castellano, porque el original es Grafar, luego el doctor Hernán Méndez Castellano, fundador de Fundacredesa hizo una adaptación de ese método, el cual es utilizado por las universidades. Pero lo que no se puede perder de vista es que lo más importante es que los recursos del Estado venezolano puedan llegar a los estudiantes que requieren de una beca para hacer la prosecución de sus estudios y culminar exitosamente una carrera. De lo que se trata es de equidad y justicia. Eso es lo fundamental de hacer un método de estratificación. Pienso que hay universalmente formas y métodos de verificar la información recabada pero mientras haya más simplificación de las variables, mejor es el dato”.

Maria Lugo, Universidad de Guayana. “En relación a la idea de unificar el criterio de estratificación a nivel nacional estamos de acuerdo. En todas las universidades se manejan los cuatro niveles de Méndez Castellano, pero no es general el uso de los 9 niveles que maneja la Opsu. Nosotros en Guayana, hemos trabajado con los 4 niveles básicos más un elemento como el de procedencia del estudiante y nos ha dado buenos resultados. En particular apoyo la uniformidad de criterios de acuerdo a cada región, por la gran diversidad de  univer

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